miércoles, 20 de abril de 2011

La bailarina Noelia Liñana huye de la tentación de lo dulce en "Sucre"


Después de 9 años como bailarina de la compañía Gelabert-Azzopardi, de su paso por formaciones como Lanomina Imperial, y de actuar en el festival OFF de Nueva York 2008, Noelia Liñana ha creado compañía de danza propia y ha saltado a los escenarios con su ópera prima: "Sucre". La obra, que cuenta con la dirección musical de Paco Enlaluna, se podrá ver del 12 al 22 de mayo en el Brossa Espai Escènic de Barcelona, recinto en el que estaba previsto que se representará el pasado mes de febrero, pero donde tuvo que ser pospuesta a última hora a causa de unas obras de mantenimiento en la sala.
Ponemos "sucre" (azúcar) al café, al zumo, a la vida, para que nuestro paladar evite los matices amargos. Noelia lo sabe muy bien. Desde el día en que se desmayó en medio de un ensayo y un médico le diagnosticó una diabetes con dependencia de la insulina, dejó de poner azúcar a su vida. Así, el "sucre" se convirtió en la tentación, la "fruta prohibida". En el escenario, dos mundos: el proyectado, donde la protagonista niña vive en un mundo edulcorado, ajena a los conflictos, y el bailado, donde los personajes luchan o ceden a la provocación del dulce. La propia Noelia Liñana se encarga de la dirección de este montaje que produce la compañía valenciana Segundo Acto Produccions.

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