Un gran número de compañías y profesionales vinculados a las artes de calle se han adherido ya a un manifiesto en el que se reivindica una mayor protección pública para este segmento de las artes escénicas. Entre otras reivindicaciones, el texto pide que, al igual que nadie cuestiona otros servicios públicos, las artes de calle no deben verse especialmente recortadas en los presupuestos de los ayuntamientos. Además recuerda que este tipo de manifestaciones escénicas están dirigidas a todo tipo de público, tienen unos costes inferiores a los del teatro de sala, proporcionan una pincelada cultural a cualquier fiesta, e incentivan la actividad comercial en las calles, entre otras ventajas. A continuación publicamos el texto íntegro de este manifiesto:
Malos tiempos para la lírica.
No obstante y por fortuna, podemos ver que desde algunas instituciones se han hecho esfuerzos encaminados a mantener unas cotas mínimas de programación teatral. Las razones son varias; nosotros destacamos las que nos parecen más interesantes.
En primer lugar, por el interés que tiene la cultura y el derecho del ciudadano a acceder a ella.
Otra razón es que, como servicio público que es, no hay motivo para que los recortes sean superiores a otras áreas, igualmente de servicio público.
Y finalmente, porque queremos creer que las instituciones son conscientes de la importancia de las empresas teatrales tanto en el ámbito artístico, por supuesto, como en el económico. La cultura representa un porcentaje importante del PIB en cuanto a ingresos, contratos laborales, cotizaciones a la seguridad social y pago de impuestos.
Sin embargo, las compañías, productoras y distribuidoras, reseñadas abajo, queremos llamar la atención sobre un hecho que nos viene preocupando. Ninguno de estos esfuerzos se hace cuando se trata de ARTES DE LA CALLE.
En muchos de los municipios en los que se mantiene la programación de sala (en mejor o peor situación por los recortes), se ha visto como prescindible (por esos mismos recortes) los programas de calle que se hacían en plazas y calles.
En muchas fiestas de municipios grandes y pequeños se ha suprimido de un plumazo la programación de artes de calle debido a los mismos recortes que no han impedido la programación de otro tipo de eventos.
Prácticamente en ninguno de los circuitos existentes en el estado entra la programación de calle. En todos están tanto la programación de adultos como la programación para público familiar siempre vinculados a una sala. Ni siquiera la programación de artes de calle es tenida en cuenta a la hora de ayudar a las programaciones.
Desde aquí queremos recordar algunos elementos característicos de las artes de la calle:
‐ Es democrática. Dirigida a todo tipo de público, independientemente de su estatus, ingresos o estudios. Por el espacio en que se ofrece, accesible.
‐ Es rentable económicamente. Somos conscientes de que los cachés que se barajan en la calle son un 20% menor que los de sala.
• Además, si calculamos el coste por espectador, podemos descubrir que el coste por cada uno es mucho, muchísimo menor que en la sala.
• Los costes añadidos de producción para su programación
son equivalentes o menores a los de una sala.
• Al llevarse a cabo en la calle, genera un movimiento de gente que hace que todo el comercio de alrededor se vea beneficiado.
‐ Es rentable socialmente. Porque se genera una actividad accesible a todo el mundo.
• Consigue movimiento de gente y una impresión positiva sobre la actividad.
‐ En un marco como son las fiestas, consigue dar una pincelada cultural al marco festivo. Las Artes de la Calle son un elemento cuya presencia permite que las ferias y fiestas contengan elementos lúdicos con un nivel artístico interesante.
En la actual coyuntura parece poco apropiado escribir estas líneas, pero nosotros creemos que lo mismo que no se cuestiona que las personas que se dedican al servicio público cobren su sueldo, porque ejercen su profesión de atención al ciudadano, las instituciones no van a permitir que se cuestionen las artes de la calle.
También parece poco propicio porque se acercan las elecciones y nadie va a hacernos caso. Pero lo mismo que el agua, el transporte o la recogida de residuos sólidos urbanos van a seguir manteniéndose en cualquier caso, incluso con cambios radicales en equipos de gobierno, del mismo modo creemos que nadie va a excusarse en las elecciones para dejar de brindar a los ciudadanos una oferta cultural y de interés en el espacio público.
Todas las empresas, productoras, distribuidoras y profesionales de las artes de la calle, pedimos:
‐ Un trato adecuado en los circuitos. Que sean recogidas las actuaciones fuera de las salas, que se estudien las formas en que pueden entrar en las redes los espectáculos de calle…
‐ Presencia en el debate de todos los programas de apoyo a las empresas de artes escénicas, programas específicos de impulso de las programaciones o cualquier medida con la que se busque una mayor programación de las compañías de artes escénicas, sea en sala, sea en espacios abiertos.
‐ El impulso en el ámbito de las fiestas de una presencia constante, como era habitual hasta ahora, de espectáculos de calle.
‐ El impulso por parte del ministerio de un circuito de Artes de la Calle, que permita tener la visibilidad que necesitan estas artes escénica.
‐ Que la SGAE cumpla la misma función que lleva a cabo en los espectáculos de sala: Seguimiento de público, protección de derechos de autor y, sobre todo, un premio Max que ponga a las artes de la calle en el lugar que se merecen.
Las compañías y profesionales que por el momento han firmado este manifiesto son: Markeliñe, Xarxa Teatre, Deabru Beltzak, Musical Sport, Antzezkizuna, Nacho Vilar Producciones, Scura Splats, Alojan Proyectos, El Espejo Negro, 23 Arts, MG Producciones, Escena D. Granada, Xabi Larrea, Ehze-Euskal Hamaika Zirko Elkartea, Latirili, Vagalume, Al Suroeste, Producciones Edúcats Montmeló, Guirigai, Teatrokdo, En la Lona, ESCENOCAM, Ganso & Cia, Ambulantes Teatro y Danza, A Priori, Visitants Cia. Teatre, Free Arts, Corrales de Comedias Teatro, La Pez, DEboteenbote, Koblakari Bizkaiko Malabaristen Elkartea, Gaupasa, Teatro de la Saca, Teatro Salitre, Oihulari Klown, Teatro de Malta, Trapu Zaharra, Kamaru, Cal y Canto Teatro, Besteok, Alicia Soto-Hojarasca, La Baldufa, Azar Teatro, AVETID, Remiendo Teatro, Alkimia Teatro, K de Calle Teatro, Standarte, Barranco Producciones, La Gotera de Lazotea, Unión de Actores de Málaga, Epse Clown, Zanguango Teatro, Art-Monium, La Recua Teatro, Producciones 099, Cia Nuro, Elfo Teatro, Circo Culipardo, Organik, Global Producciones, Katakrak, Teatro de la Resistencia, La Soluble, Nanny Cogorno, Producciones Cachivache, Caravansar Gestión Cultural, Ana López (Umore Azoka), Luis Javier Ugarte (Zornotza Aretoa de Amorebieta), Pedro Diego Hoyo (Festival Internacional "Artistas de Calle de Laredo), Juan Manuel de los Santos (Festival de Teatro de Calle de Barakaldo), José Manuel García (Diputación de Granada), Alberto (Ballet Contemporáneo de Burgos), Coral Martín Graciani (Sala Las Musas del Rincón de la Victoria), Gonzalo Andino (Revistas "La Teatral" y "Express", Festival Circada (Sevilla), Miguel Ángel Varela (Festival Andarte de Ponferrada), Betisa Anda (Centro Cultural Iortia de Altsasu), Nieves Beloqui (Técnica de Cultura del Ayuntamiento de Noain), Carmen Blasco (Responsable de Programación de la Sociedad Municipal Zaragoza Cultural), José María Asín (Coordinador Cultural del Ayuntamiento de Zizur Mayor), Festival Internacional de Teatro de Calle –Concejalía de Cultura– Ayuntamiento de Alcorcón, Isabel Mª Berral (Teatro Las Lagunas de Mijas), Eduardo López Velasco (Muestra de Teatro y Artes de Calle de Medina del Campo) y la revista EL ESPECTÁCULO TEATRAL.
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